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viernes, 18 de octubre de 2013

Encarcelados: asesinos a sueldo como reyes

Encarcelados sigue adentrándose en las cárceles de Sudamérica. Esta vez el programa mostró las entrañas de dos cárceles de Colombia. Palmira que cuenta con 26 españoles y la prisión de Buen Pastor,en Bogotá, con 12 españolas.

Historias escalofriantes que dejan al descubierto el sistema imperante en las prisiones: la corrupción y el poder en manos de unos pocos.
Si algo destacó en esta entrega fue la entrevista realizada por Jalis de la Serna a Jairo, más conocido como`Popeye`, jefe de sicarios del fallecido Pablo Escobar.

El preso se mostró frío, poderoso y desafiante. Eso sí, en algunos momentos mostraba un falso arrepentimiento. Sin mover ni una pestaña relató que se había visto implicado en más de 3000 asesinatos y había matado a más de 250 personas. El ex- colaborador de Escobar se jactaba de aparecer en el libro del narcotraficante fundador del Cartel de Medellín.

Un Jalis de la Serna haciendo PERIODISMO, si en mayúsculas, preguntando, indagando y manteniendo la mirada al preso. Jairo vive en una de las cárceles más seguras de Colombia. Custodiado por los funcionarios,`Popeye`colabora con la justicia y su vida corre peligro, no en vano han intentando envenenarle hasta en siete ocasiones por lo que su comida es supervisada por los funcionarios y la policía. El sicario vivía como un rey mientras los españoles sobrevivían como podían.

"En Colombia es un honor ser bandido" así de orgulloso se quedó la mano derecha de Pablo Escobar que repartió para todos, y no podía terminar sin atacar a España. "Los bandidos vienen de España". El sicario afirmó que "más de 250 coches bomba fueron destinados porque ETA nos enseñó".

Algo que llama poderosamente la atención  es que el defensor de los derechos humanos en el penal sea un preso juzgado por homicidio, a lo que el respondió que "quien entra en la cárcel es la persona y no el delito". Un asesino defendiéndote, sin palabras.


Mención aparte merece los comentarios de los funcionarios de prisiones hacia los españoles, burlándose de ellos y tachándoles de que no les gustaba el agua. De paso se jactaban de que los españoles se encontraban en el mejor país del mundo.

Españoles de Asturias, Valencia, Burgos, Andalucía con una misma intrahistoria: correos de la droga. Unos por necesidad, otros por extorsión pero todos cumpliendo unas penas que en España no las llegarían a cumplir integras, o si al caso, con permisos carcelarios.

Si estar privado de libertad ya es algo que no deseas ni a tu peor enemigo, más duro es tener que estarlo en esas condiciones tercermundistas, con una sanidad y una higiene ínfimas.

Los españoles no dudaban en denunciar las condiciones en las que sobreviven. La embajada les proporciona algunos productos de primera necesidad como papel higiénico y productos íntimos en el caso de las mujeres.¿Pero al ver como viven uno se pregunta, ¿Cómo es posible que el Gobierno o las embajadas no actúen con más celeridad?.

Muchos de ellos no pensaron en las consecuencias y nunca imaginaron acabar presos y cumpliendo condenas de más de 10 años. Madres que hacen lo que sea por sus hijos, hasta cumplir los delitos por ellos. Presas esperando a ser juzgadas que muestran el colapso y el hacinamiento en el que viven.



Cárceles colapsadas, presos que viven en los pasillos de las prisiones con colchonetas viejas y rotas. Para sobrevivir y acceder a alimentos básicos de primera necesidad sus familias les envían dinero ante los precios tan altos de los alimentos. Los españoles son una piña, cada uno vigila y vela por el otro y así la situación se hace más soportable.

Minutos, horas, días, semanas, meses. El tiempo pasa y cada vez queda menos para recuperar la libertad, la vida. La familia y su rutina. Cientos de españoles esperan en Sudamérica salir libres o ser trasladados a cárceles de España y al menos, aunque cumpliendo condena, estar más cerca de los suyos.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Un pozo sin salida



La televisión cambia a pasos agigantados, de ser espectadores pasivos hemos pasado a decidir qué, cuándo, cómo y dónde queremos ver "la caja tonta".
Decidimos los programas que queremos ver y los programas son títeres en nuestras manos.

Anoche dentro de los espacios nuevos y de paso testan si funcionan La Sexta apostó por algo diferente, innovador y de mucho calado social. Encarcelados muestra la vida de españoles en las cárceles del mundo.

Bolivia fue el lugar elegido en esta entrega y Palmasola el epicentro de la vida entre rejas de 56 españoles: 47 hombres y 9 mujeres que cumplen condena en esta prisión.
Un programa que mostró lo peor de la Bolivia de Evo Morales, los niños viven con sus familias en la cárcel porque no tienen dinero, pagar los abogados y los juicios les dejan sin recursos y se ven obligados a vivir en ellas. Abusos, corrupción y droga así puede definirse el funcionamiento de estas prisiones.

Historias impactantes con testimonios desgarradores detrás. Desde un español con 76 años y 10 años de pena que cumple condena por ser correo de la droga, hasta 4 españolas que la crisis las llevó a hacer algo que jamás imaginaban que podrían llegar a hacer: transportar droga en su cuerpo.

Impactante la fortaleza con la que intentaban sobrevivir en una cárcel donde los propios presos son los que imponen el orden y en donde la policía está envuelta en corruptelas.
Las 4 denunciaban la falta de higiene y de asistencia sanitaria. Pero más allá de todos los contratiempos a los que tuvieran que hacer frente la vida de una de ellas está en juego.

Lola una gaditana que ante el inminente desahucio de su casa, la quedaban 5000 euros por pagar, decidió prestarse como correo. 7 años de condena de los que la faltan dos por cumplir pero una cárcel en fase de terminal está acabando con su vida. La andaluza relataba con fortaleza como poco a poco los signos  de su enfermedad son más evidentes y los calmantes ya no la hacían nada. Cuando entró Palmasola ya sabía que tenía cáncer pero no ha recibido asistencia médica y ni siquiera ha sido tratada del tumor. Su único deseo poder llegar a casa para abrazar a sus hijos pero es consciente que el cáncer avanza mientras sus fuerzas se debilitan.

No menos impactante es el caso de Ana Belén una agricultora de Murcia que fue a Bolivia a recoger el cadáver de su marido -transportaba droga en su cuerpo y le reventó-. La joven relató como un hombre se puso en contacto con ella para que ejerciera de correo a España. Su cuerpo no pudo más y da gracias a que no llegó a coger el avión porque no habría aguantado.

Un trabajo periodístico magnífico, impresionante la realidad al otro lado del charco. Reflejar esta situación no fue fácil, los propios presos intentaban en todo momento boicotear la emisión. Cárceles antagónicas en comparación con las de España. Te condenan y encima tienes que pagar por todo, desde dormir a utilizar el baño a lo que si te niegas amenazan con violar a su familia. "La selva humana" así definía este penal un peso español.

Ante la cruenta realidad y ver que nadie hace nada, se intenta por todos los medios taparla, nadie se puede imaginar, además de estar privado de tu libertad, el calvario de vivir en estas condiciones.

Este reportaje lleno de realismo y crudeza le valió a Encarcelados ser la segunda opción de la noche -con una audiencia de 1.984.000 de espectadores y un 10,9% de cuota de pantalla-y el bronce en twitter donde fue el tercer programa más comentado.