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viernes, 22 de mayo de 2015

Cuéntame se despide trágica

Cuéntame despidió este jueves su décimo sexta temporada con uno de los mejores capítulos que se recuerdan. El mejor episodio en la peor temporada, en sus últimas emisiones el descenso de audiencia ha sido constante pero en su despedida del público fidelizaron a 3.397.000 millones y un 18% de cuota de pantalla.

El cierre de temporada tuvo como protagonista el incendio de la discoteca Alcalá 20, tras presentar su primera novela o al menos intentarlo, toda la familia se trasladó a la discoteca de la movida, la más famosa de la capital. Alcalá 20. La alegría se tornó en tragedia cuando un cortocircuito acabó con la vida de 82 personas por asfixia. Una historia que a muchos les recordó al Madrid Arena. El 17 de diciembre de 1983 muchos héroes anónimos salvaron la vida de cientos de jóvenes ante la imposibilidad de poder salir de la trampa en la que se convirtió una noche de diversión.





Con los pelos de punta, la piel de gallina, llorando y con una tensión constante por ver lo que sucedía con algunos actores de la serie, millones de fieles siguieron el episodio más dramático de los que se recuerdan. Un capítulo que marcará un antes y un después con unas logradas recreaciones históricas. Especialmente duro el momento en el que cientos de jóvenes piden ayuda agarrados a una verja.

Actuaciones magistrales de Carlos, Ricardo Gómez, intentando salvar a sus amigos y de Karina, Elena Rivera, afectada por la inhalación de humo. Hasta los últimos minutos nadie sabía si iba a sobrevivir. Pero los milagros existen y junto a la celebración del mundial del 83, con la victoria de España frente a Malta, los vecinos de San Génaro volvieron a sonreír gracias a la leve mejoría de la joven. La serie puso así, con esperanza y con la cancion alegría de vivir en segundo plano, punto y final a una de sus temporadas más dramáticas y lacrimógenas.

viernes, 11 de abril de 2014

La vida sigue igual

Lo que se prometía como una Nochebuena en paz resultó una auténtica batalla campal con sorpresas incluidas. Ni el ambiente navideño, los villancicos y el espiritú que se vive en esas fechas consiguieron aplacar los ánimos.

La familia Álcantara seguía como el rosario de la aurora, cada uno por su lado. Y las fiestas familiares por primera vez no iban a ser tan familiares. Merche decidió en plena Nochebuena hacer borrón y cuenta nueva para ello nada mejor que remodelar su dormitorio, lo que implicaba tirar todo lo que había pertenecido a su marido, pero cuando el patriarca lo vió- a pesar de estar felizmente con Paz- no dudó en recriminar a su todavía mujer su actitud.



Unas fiestas en las que Tony tuvo que conformarse con escuchar la voz de su hijo, Santiago, por teléfono. El pequeño residente en Londres junto a su madre y llamó a su padre para contarle lo que había pedido a los reyes magos, un avión para que su papá lo visitara más a menudo.

Inés decidió viajar a Cuenca para reunirse con su hijo, el hermano de este y Carola para pasar las fiestas. Al finalizarlas y tras la muerte repentina de su padre, Eugenio, en un accidente de tráfico, el pequeño se trasladará a Madrid con su madre y la familia de esta. Un cambio muy drástico para el niño que apenas ha convivido con Inés y que como referente materno tiene a Carola. Veremos como se adapta.

Carlos, por su parte, seguía envuelto en el resentimiento y la rabia hacia su padre que le impedía disfrutar de las pequeñas cosas. Aunque tras las palabras de Josete en las que le recriminó su estado permanente de odio hacia el mundo y su mal humor, aconsejándolo que el por lo menos tenía un padre que se había preocupado por el, no como su amigo que al único progenitor que ha conocido ha sido a Desi- el benjamín de lso Álcantara hizo un esfuerzo por cenar en paz el día de Nochebuena. Mercedes se tragó su orgullo y pidió al padre de sus hijos que acudiera a su casa a cenar, a lo que este aunque previamente ya había quedado con Paz no pudo negarse. 



Lo que parecía una velada con las aguas calmadas, Herminia con su "humor" - había comido galletas de la madre de Gala que llevaban marihuana- fue amenizando la noche. Hasta que llegó la hora de los regalos y el heredero rechazó el presente de su padre. Una y otra vez todos le insistieron hasta que soltó lo que tanto tiempo llevaba dentro, desde que había descubierto la infidelidad en el Parador de Tobarra, nada había a vuelto a ser lo mismo.

Unas fiestas marcadas por las desavenencias familiares que ni los villancicos, ni el espiritú navideño consiguieron aplacar. Las aventuras y desventuras de los Álcantara siguen dejando pegados al televisor a un buen puñado de espectadores. Este jueves sedujeron a 4.129.000 millones y un 20,9 de cuota de pantalla.