Parados pero felices

Este jueves se hacía público el barómetro del CIS correspondiente al mes de noviembre. El Centro de Investigaciones Sociológicas que mide la confianza de los ciudadanos sobre confianza política, económica y del sistema gobierno y oposición y estimación de voto.

La mayor preocupación de los españoles, como viene siendo habitual, es el paro y es que todavía a pesar de haber bajado el mes pasado en 14.688 personas, hay 4.512.116 desempleados. Pero el gran titular es la preocupación por la corrupción y el fraude que se sitúa en un 63,9%,récord histórico, 20 puntos más que en la encuesta de octubre.

No es para menos que la preocupación ciudadana por este problema alcance récord, cada día nos despertamos, desayunamos, comemos y cenamos con un nuevo caso de fraude y corrupción. La corrupción "abochorna y escandaliza" a los políticos, pero los culpables tardan en pagar sus delitos. Mientras nos enteramos que Bankia maquilló sus cuentas al salir a Bolsa, algunos de sus dirigentes tenían o habían tenido tarjetas para gastos de representación. El escándalo de las tarjetas Opacas o tarjetas Black solo ha sido la punta del iceberg, a partir de ahí unos han dado la cara y se han justificado o lo han intentado. Por no hablar de los paraísos fiscales.

Pero a pesar de estar salpicados de corrupción y los altos niveles de paro, los ciudadanos no pierden la esperanza, un 16,4% de los encuestados piensa que la situación mejorará dentro de un año, eso sí para 48,1% seguirá igual. Cómo decía Julio Iglesias en su famosa canción: La vida sigue igual.

Con este panorama más de la mitad de los españoles, un 85,8%, creen que la actual situación económica, crisis, paro y corrupción, es mala o muy mala. Tan solo un 0,8%piensa que es buena. Quienes peor lo están pasado, los parados continúan con su tendencia pesimista al ser preguntados por si creen que encontrarán trabajo en los próximos doce meses: un 59,4% no tiene esperanzas, mientras o un 32,4 creen probable encontrarlo.

Por lo menos somos felices o al menos eso es lo que se desprende de las encuestas. Un 10% de los españoles son completamente felices y más de la mitad pone un notable al grado de su felicidad.

Londres, la salida de los españoles

La situación económica actual está abocando a cientos de españoles a irse de España. Londres se ha convertido en el destino preferido por los jóvenes, y es que este país es el que más españoles recibe, le siguen polacos y lituanos.

Conexión Samanta reflejó anoche una realidad creciente desde el inicio de la crisis, el éxodo de jóvenes que buscan una oportunidad y un futuro mejor fuera de su país. Españoles en paro que deciden hacer las maletas y la mayoría se encuentra con un problema muy típical spanish, el idioma, el inglés es nuestra asignatura pendiente. La mayoría de españoles de entre 20 y 30 años tardan en encontrar su primer empleo en la capital británica de media de dos a tres meses, cuando antes según uno de los testimonios del propio reportaje en dos o tres semanas encontraban trabajo.

España ha perdido entre 2009 y 2012 390.000 españoles, en diez años Reunido Unido ha visto como se triplicaban el número de españoles. Un dato más, en España la tasa de paro juvenil alcanza el 27% mientras que en Londres ronda el 8%. Los licenciados españoles no encuentran una oportunidad, su tasa de para alcanza el 12% frente al 9% de la Unión Europea.

Pero Londres es una ciudad de oportunidad, o así al menos lo reflejan las historias de "Londres, segunda oportunidad". El idioma, según los propios londinenses no es un problema porque la necesidad hace que te adaptes rápido. Y mientras España cada día pierde a más jóvenes, esos mismos que se van volverían pero con una seguridad de antemano, un trabajo fijo y un sueldo aceptable es lo que piden.

La periodista Samanta Villar volvió a reflejar esta realidad cada vez más habitual. y es que ¿Quién no tiene un amigo o un familiar que ha decidido o se ha visto obligado a probar suerte fuera de España? Esta entrega congregó a 522.000 espectadores y 7,4% de cuota de pantalla. Quien sabe si alguno de sus fieles serán los que estén a punto de hacer las maletas.

Encarcelados: la crudeza de las cárceles

Encarcelados sigue mostrando las cárceles de Sudamérica. Esta vez le tocó el turno a Brasil, Foz de Iguazú -una moderna Guantánamo- fue la protagonista. Una cárcel de hombres donde cumplen condena, por tráfico de drogas, tres españoles. Una vida nada envidiable. Por transportar un gramo, un año de condena, y por ocho gramos ocho años.

Cárceles- fábricas. Brasil es la primera potencia de Sudamérica y su crecimiento, en parte, se debe a que las empresas trasladan su producción a las cárceles. Las empresas no están obligadas a dar de alta a sus trabajadores y la productividad de los reclusos dobla a la de una persona que vive en libertad.Un caramelo muy irresistible para las grandes industrias. Tanto es así, que están encantadas con los presos porque el absentismo laboral no existe.

Presos cobrando 200 euros por 6 horas de trabajo. Todo un chollo para las empresas que venden sus productos a precios de lujo en exclusivas tiendas. Moda de grandes firmas brasileñas echa por presas. Un negocio para los empresarios. Pero lo peor son las necesidades de los españoles. Todos privados de libertad por ejercer de correos de la droga.

Demoledor. De 24 horas del día, pasar 23 encerrados en una celda de 6 metros cuadrados con más reclusos. Levantarse a las 5 de la mañana y una hora más tarde volver al encierro. Los presos, en su hora de libertad son cacheados y obligados a desnudarse. Toda una humillación denunciada por las asociaciones de derechos humanos.

Uno de los testimonios más impactantes fue el de Fernando. Este tinerfeño de 48 años era albañil hasta que la crisis le llevó a dormir en coches abandonados. Comiendo en un albergue una red del narcotráfico contactó con el. Tres años más tarde Fernando está libre pero al no tener dinero para volver a España continúa en el penal a la espera de ser extraditado a España a finales de año.

La mayoría de las cárceles se encuentran fuera de las grandes urbes para evitar el riesgo de fugas,a su alrededor han aparecido pequeños barrios y es que algunas familias han construido sus viviendas cerca de las cárceles para estar más cerca de los suyos. Toda una prueba de amor, estar cerca de tus seres queridos.

Vidas rotas por decisiones desesperadas. Familias destrozadas que solo quieren ven a sus familiares en libertad.