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miércoles, 22 de octubre de 2014

Honorabilidad y decencia, ética y moral. ¿Dónde han quedado estos principios?

¿Qué está pasando? España ha pasado de ser la envidia del resto del mundo por todas sus ventajas. Sol, playa, montaña, obras de arte como Cuevas prehistóricas y verdaderas joyas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Pero parece que nuestros vecinos se han olvidado de todas estas ventajas y solo se acuerdan de nosotros para casos tan tristes como los que nos salpican últimamente, corrupción y más corrupción.

En las principales televisiones y periódicos del mundo casi a diario somos noticias por la corrupción que asola al país. Unos ciudadanos indignados salen a la calle o crean movimientos ciudadanos como el del 15-M para mostrar su rechazo por la situación social política y económica actual.


Los españoles están hartos, cansados, no pueden más, pero ¿Qué hacer? Algunos miembros del partido gobernante actual están siendo investigados por presuntamente estar implicados en casos de corrupción. Otros en la cárcel. La mayoría de cajas de ahorros han quebrado, y como no han sido rescatadas por el Gobierno, millones de euros procedentes del bolsillo de los ciudadanos. Dinero que no va a regresar a sus "dueños", sino al contrario. Miles de pequeños ahorradores, pensionistas, en definitiva un ciudadano de clase media que depositaron toda la confianza en el banco de toda la vida y como resultado las engañosas y fraudulentas preferentes.

Pequeños ahorros que algunos intentan recuperar. Y mientras los españoles apenas consiguen llegar a fin de mes, unos pendientes de una orden de desahucio y otros engrosan las colas del paro, los responsables y directivos de las cajas de ahorros se aseguran sueldos archimillonaros. Millones de euros que un mileurista, y con suerte, no llegará a ver en su vida. Paradójicamente, los ricos aumentan y los pobres también.

Las pensiones suben lo mínimo, el paro se mantiene en niveles escandalosos, los jóvenes se debaten entre quedarse en su país a merced de no tener futuro o buscar fuera una vida mejor. Sobrecualificados que buscan una oportunidad. Mientras unos no llegan a fin de mes, otros llegan con mucha holgura. Millones de euros desparramados en obras faraónicas que en la mayoría de las ocasiones están abandonadas. Con este panorama triste y desolador, cuesta ver la salida, los indicios de recuperación. 

Honorabilidad y decencia, ética y moral. ¿Dónde han quedado estos principios?  O se olvidan o no se sabe lo que significan. Los principales partidos políticos del país tienen a algún miembro implicado en cualquiera de los innumerables casos de corrupción con los que cada día nos levantamos. Uno solo perjudica a todo un partido. en la era de la información, cuando más información tenemos a nuestro alcance, estamos sobrecargados de casos de corrupción. Antes o no nos enterábamos o no nos queríamos enterar. 

La justicia está colapsada ante los innumerables casos de corrupción que aparecen día tras día, no puede más. Los ciudadanos piden justicia, pero ante el colapso es lenta. Los culpables tardan en pagar y lo peor, en la mayoría de las ocasiones no devuelven la totalidad de dinero del que se han apropiado de manera poco lícita. Con todo esto cuesta creer que "España va bien", nadie se lo creería, pero es necesario que España vuelva a ir bien porque alguien tiene que devolver la ilusión y la positividad a un país que no pasa por sus mejores momentos. La crisis, el paro y la corrupción nos preocupan y mucho.

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