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lunes, 21 de octubre de 2013

Zapatero y "su dilema"

Con motivo de la presentación de su primer libro "El Dilema", el ex presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pisado un plató de televisión. Casi tres años después de su salida de La Moncloa, Ana Pastor ha entrevistado a un Zapatero que no se ha mojado, correcto, humilde y que en ningún momento ha atacado a ningún adversario político, ni siquiera ha valorado la actuación de Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo. Tras reconocer que lleva un año sin hablar con el Presiente del Gobierno ha hechado un "capote" a Rajoy matizando que la crisis afecta a toda la zona euro. 

Zapatero ha recordado sus buenas acciones: el cheque bebé, aumentar la cuantía de las becas...Pero no hay que olvidar que s
u gobierno abrió la puerta a la reforma laboral y a la revalorización de las pensiones, rompió su programa electoral, pero a cambio se llevó uno de los grandes hitos de la democracia: el fin de ETA. La banda armada cesó la violencia hace dos años, el 20 de octubre de 2011.


ETA dejó 829 víctimas y mucho se ha cuestionado si la banda podría haber desaparecido antes y el precio que pagó el gobierno socialista por aquel entonces, a lo que el ex- presidente respondió rotundo que se hizo cuando se pudo y sobretodo, que no se pagó ningún precio. Zapatero ha rendido un homenaje a la sociedad vasca y es que "quien lo consiguió fue la sociedad española y su convicción democrática". Tajantemente ha respondido que el fin de ETA "es irreversible".

Sobre las políticas sociales, Zapatero no ha dudado en afirmar que "se ha producido un retroceso en el Estado de Bienestar" algo que a su juicio a la salida de la crisis hay que recuperar, pero no a costa de los derechos de los trabajadores.En su opinión, el país llegó al Estado del Bienestar 40 años más tarde que sus socios y "ha hecho un gran esfuerzo para tener educación universal, y gratuita y un sistema de pensiones que da respuesta incluso a las personas que no han contribuido"

Sin duda, otro de los reproches que más se ha hecho al político vallisoletano ha sido la situación económica en la que dejó a España.  Rodríguez Zapatero ha entonado el mea culpa y ha reconocido que "fue un error claro" no utilizar la palabra crisis- según el recesión-, aunque no llamó a las cosas por su nombre, según sus palabras no afectó al devenir de los acontecimientos.

Otro frente más abierto y de plena actualidad es la situación de Cataluña y su proceso de independencia. Zapatero tiene claro que la secesión catalana no ocurrirá, pero considera necesario reformar la Constitución sería importante abrir un proceso de diálogo para reformar la Constitución. Se ha mostrado partidario de "hacer una reforma en la redistribución de las competencias, de la identidad y singularidad de comunidades como Cataluña".

Sin querer enfangarse no ha entrado a valorar ni el caso Bárcenas ni los Ere de Andalucía, para no "participar en la polémica pública ni contribuir a un factor que pueda ser negativo para la economía española".
A su juicio la única salida de la crisis es el consenso "recuperar los grandes consensos sociales entre empresarios, trabajadores y Gobierno".

Después de su derrota en las elecciones de 2011 y tras siete años en el poder, esta era una entrevista esperada dadas sus escasas apariciones en la vida pública, pero no ha dejado grandes titulares.Eso sí, ha reconocido sus errores y algo digno de alabar no ha recurrido a lo fácil, atacar al adversario político. Apenas se ha mojado, pero a la vez ha sido cauto y tajante. Algo queda claro, su discreción como ex-presidente es máxima, al contrario que José María Aznar o Felipe González que dejan titulares para varios días, Zapatero pasará casi inadvertido.

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