Los suicidios superan a los accidentes de tráfico

Parece mentira que vivamos en el siglo XXI, que hayamos avanzado tanto y qué en ocasiones sigámonos comportando como personas primitivas. Nunca entenderé las guerras, esas luchan encarnizadas de poder en la que millones de inocentes mueren sin tener culpa ninguna. Nunca entenderé matar por el mero hecho de placer.

Sangre, triunfo y venganza de un lado, y de otro, horror, lágrimas y vidas destrozadas. Cuando más seguros deberíamos vivir, en pleno siglo XXI, paradójicamente es cuando más indefensos nos encontramos. Desapariciones, asesinatos, atentados, accidentes de tráfico... Y en estos últimos suicidios. El número de suicidios, por primera vez, en 2014, y en plena crisis, superó al de accidentes de tráfico. ¿Tan mal nos va la vida? O ¿Tan mal nos trata?

Quizá, hasta ahora, el tema de los suicidios ha sido un tema tabú que en pocas partes de la sociedad se ha tratado. Los hospitales están al límite, las consultas privadas no son aptas para todos los bolsillos y la desesperación, en ocasiones, es muy grande. Qué mensajes nos llegan desde la sociedad, que mensaje se nos quiere transmitir y porqué alguien acaba quitándose la vida. Está claro que ésta noticia tiene que hacer reflexionar. Causas, pero sobretodo soluciones. No todo el mundo tiene la misma capacidad de resiliencia. Sociedades más competitivas, pero a la vez más vulnerables y frágiles.