Se busca Presidente

A la segunda no fue la vencida y Pedro Sánchez no logró suceder a Rajoy con un "Gobierno del cambio". La segunda sesión de investidura dejó pocas cosas nuevas. El hemiciclo parecía, por momentos, el plató de Sálvame con Pablo Iglesias como celestino "dejando el amor fluir". Un Patxi López desbordado con la situación, las redes sociales se cebaron con sus intervenciones. Para muchos, le venía grande el puesto.

Un Pedro Sánchez apelando a "el cambio", "una coalición progresista" pero de nada le sirvió. Sólo obtuvo 131 votos a favor frente a una mayoría aplastante en contra, y eso que en esta segunda votación solo necesitaba mayoría simple. Él vivió un momento histórico, tal y como declaró, por el simple hecho de enfrentarse a una votación de investidura. Invitó a los parlamentarios a ponerse de acuerdo, pero sus señorías le dieron la espalda.

A la hora de la réplica, el todavía Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy le acusó de "corrupción" por intentar formar gobierno a sus espaldas. El reloj se ha vuelto a poner en marcha y este mismo lunes Patxi Lòpez será recibido por El Rey para designar a un nuevo candidato y si nadie, una vez más, consigue los apoyos necesarios se convocarán unas segundas elecciones. Algo histórico en España desde la instauración de la democracia. Nunca un Presidente se había quedado a las puertas por no recabar los apoyos necesarios.

Según publicaba, este viernes, Metrocospia la opción preferida de los españoles es una alianza C's PSOE con Sánchez como Presidente. Los encuestados señalan que el tiempo político de Rajoy ha pasado. Algo que últimamente suena con fuerza y entre los posibles sustitutos, Pablo Casado, vicesecretario de comunicación del PP.

Si en las pasadas elecciones comimos el turrón ejerciendo nuestro derecho al voto, en esta ocasión, sino se logra un consenso, se disolverán Las Cortes y en pleno verano volveremos a votar. España no es país para políticos, conseguir acuerdos es algo insólito. Mientras los españoles votan a una variedad de partidos antagónicos, nadie consigue hacerse con el poder. Ceder y ponerse de acuerdo es cosa de otros países. Ni la izquierda, ni la derecha se entienden.