España logra la décima posición y Carolina Casado la lía con el inglés

Un año más no pudo ser. España no logró alzarse con el tan ansiado primer puesto en Eurovisión. El festival más famoso del a televisión vivió anoche su 59 edición en  el escenario del B&W Hallerne de Copenhague. 37 países se dieron cita en el evento como representantes de las cadenas televisivas nacionales pertenecientes a la Unión Europea de Radiodifusión- tras las semifinales, el pasado martes y jueves, 26 se disputaban el triunfo-. Esta edición contó tres ausencias, la de Bulgaria, Chipre, Croacia y Serbia que anunciaron su retirada en este año.

Una edición con pocas sorpresas, Austria partía como la gran favorita con su representante Conchita Wurst , más conocida como la mujer barbuda. La cantante obtuvo un total de 290 puntos convirtiéndose en la ganadora de esta edición y otorgando a su país su primera victoria desde 1966.

La medalla de plata y bronce respectivamente fue a parar a Holanda con 238 puntos y a Suecia con 218 puntos. España tuvo que conformarse con un merecido décimo puesto, igualó así a Pastora Soler. Lorenzo con "Dancing in the rain" obtuvo 74 puntos. Como sule ser habitual entre países vecinos, unos se votan a otros, no ocurrió lo mismo con la representante española. Lorenzo no recibió puntuación de Portugal y Francia.

Ruth Lorenzo durante su actuación

Con un vestido de novia de pronunciado escote y escueta cola, simulando lluvia gracias a efectos especiales y el pelo mojado, Lorenzo salió al escenario en el puesto diecinueve. Nerviosa al inicio fue creciéndose a medida que avanzaba la canción dejando patente su prodigiosa voz. Las votaciones, por cuarto año consecutivo, corrieron a cargo de José María Iñigo,una retransmisión muy diferente a las que hacía el desaparecido José Luis Uribarri. Confusión entre países y fallos en las puntuaciones fueron la tónica de Iñigo, tampoco acertó en el puesto que quedaría Lorenzo, la situaba dentro de los cinco primeros.

Una edición que se recordará por ser el triunfo de la mujer barbuda, durante su actuación las redes sociales se inundaron de comentarios de todo tipo, no todo el mundo estaba de acuerdo con su triunfo lo achacaban a la novedad y al marketing. Mientras Conchita barría a la hora de las votaciones, Rusia se llevaba la peor parte, abucheos y pitidos cada vez que recibían algún voto. En esta ocasión España se convirtió en lo más comentado, y no por su actuación, sino por la periodista encargada de lar las puntuaciones, Carolina Casado.

La joven fruto de los nervios sufría varias equivocaciones ante más de 400 millones de telespectadores, muy comentado fue su nivel de inglés y su "oit points". La representante del jurado se convertía en tréndic tópic comparando su nivel de inglés al de Ana Botella y su archifamoso  "relaxing cup of café con leche". Los pronósticos de Casado se han cumplido,en una entrevista concedida para el portal Mujer hoy, confesaba “Espero no trabarme con el inglés para que los ‘eurofans’ no me corten el cuello…” Dicho y hecho. En pocos minutos se convirtió en una de las anécdotas de la noche. Las bromas no se harán esperar.

Algunos usuarios se quejaban de la falta de preparación y sobre todo mostraban su inquietud ante la posibilidad de que España gane algún año y quien será el encargado de presentar la gala.Una actuación que no salió del todo perfecta, la cantante murciana impecable, pero a la hora de las votaciones, los nervios jugaron una mala pasada a Casado. Un año más España no se alza con el triunfo, pero sube respecto al año pasado-El Sueño de Morfeo quedó en el puesto numero 21- y nos deja en un lugar más que aceptable.

El mal tono de twitter para los políticos

Los políticos se encuentran en el ojo del huracán, los supuestos casos de corrupción en los que en mayor o menor medida se ven envueltos les pasan factura y la desafección de los ciudadanos ya no pilla a nadie por sorpresa. Pero hay límites, una cosa es que un político no te caiga en gracia y no compartas su ideología y otra es desearle la muerte.

Teofila Martínez y Cristina Cifuentes ambas políticas del PP se han visto envueltas semana en insultos por parte de algunos twitteros, por casos bien distintos. Martínez alcaldesa del Partido Popular en Cádiz escribía en su red social que algunos pedien para comer y tienen twitter en alusión a que cuesta dinero, pero este comentario desafortunado la ha pasado factura y varios internautas la recriminaban su actitud alegando que existen puntos wifi gratis. 

Teofila intentó recular pero ya era demasiado tarde y algunos usuarios de la red social, según la afectada, la profirieron amenazas de muerte. Pues bien, la alcaldesa de Cádiz, ayer mismo presentaba una denuncia por las supuestas amenazas ante la Fiscalía.

Y ayer se cumplió una semana del accidente de la Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes sufrió un accidente el pasado martes cuando circulaba por su motocicleta por Madrid. Pues bien la popular se convirtió en trendic topic y gente de todos los ámbitos la desearon un apronta recuperación, sin embargo otros se alegraron y la desearon mensaje de todo tipo.

Independientemente de la ideología política y aunque la gente esté harta, los políticos también son seres humanos y alegrarse del mal ajeno deja mucho que desear.
Se puede entender que la gente esté cansada pero hay límites.