El futuro de Ana Botella ¿Y ahora qué?

La derrota de Madrid como sede olímpica esconde otra derrota para Ana Botella, si la celebración de los Juegos Olímpicos en la capital de España era la excusa perfecta para ganar también en las urnas, ahora su futuro es incierto.

Ana Botella llegó a la política en 2003 como segunda teniente de alcalde y concejala de Empleo y Servicios Sociales del ayuntamiento de Madrid, en 2007 continúo como teniente de alcalde y se hizo cargo del área de Medio Ambiente y Movilidad. Pero no fue hasta diciembre de 2011 cuando le llegó su gran oportunidad: ser alcaldesa de la capital.
Tras las elecciones generales con mayoría absoluta el Partido Popular, el por entonces alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz -Gallardón fue nombrado ministro de Justicia por lo que el mando del ayuntamiento cayó en la hasta entonces segunda teniente de alcalde.

Durante estos casi 3 años Botella no ha estado exenta de polémicas: la privatización de los hospitales, la deuda pública del ayuntamiento o el Caso Madrid Arena. Muy criticada fue su actuación en el caso ya que la alcaldesa se ausentó hasta en dos ocasiones por un puente familiar.Sin embargo, tuvo que volver apresuradamente para dar una rueda de prensa.

En el aire queda el uso que se le darán a las instalaciones construidas y como afectará a los ciudadanos el dinero invertido en la candidatura, pero lo que parece evidente es que por el momento Madrid Olímpico es imposible para esta generación. El refrán en esta ocasión no acompañó y a la tercera no fue la vencida.

Eso sí, la candidatura de Madrid como ciudad que albergara los Juegos Olímpicos en 2020 parecía la ocasión perfecta para el triunfo de Ana Botella. El creerse ganadores antes de tiempo y caer eliminados en la primera votación, su actuación en Buenos aires- en ocasiones no respondía a lo que se la preguntaba- o su discurso final con un nivel de inglés algo deficitario la han puesto en el ojo del huracán.

Apenas faltan dos años para las elecciones de 2015 y planea la duda de su victoria como alcaldesa de la capital.
Y es que Madrid es una ciudad muy importante para los populares, no en vano arrasan por mayoría. Pero quizá con la derrota en los Juegos Olímpicos Botella vea sus aspiraciones políticas truncadas y este sea el preludio de su último y único mandado como primera edil de la capital.

La Familia Real llena las revistas y el papel couché

La Familia Real no gana para disgustos, en su periodo vacacional la prensa rosa, como es habitual, examina todos sus pasos y si no es la imputación de la Infanta Cristina y su próxima instalación en Ginebra o los correos de su marido, ahora es Letizia y su sobrino, Froilán, quienes copan las portadas y comentarios de las revistas y programas de corazón.

La supuesta antipatía de Letizia ante la prensa rosa y su poco cariño hacia Mallorca la ponen un año más en el centro del huracán, pero es que a esta polémica se suma ahora el comportamiento del nieto mayor de los reyes. Froilán y mal carácter no solo ante los fotógrafos sino también hacia sus primos ponen de manifiesto la rebeldía del primogénito de la Infanta Elena.

La travesura de atacar a su primo con un pincho moruno ha sido noticia en los últimos días, y es que no es la primera vez que se tiene constancia de estos altercados infantiles.Por el momento desde twitter ya se han hecho todo tipo de bromas y es que le perfilan, entre otras ocurrencias, como un candidato ideal para Master Chef.

De momento su tía, la Infanta Cristina, se traslada a vivir a Ginera debido a su cargo de directora del Área Internacional de la Obra Social de la Caixa. Una decisión podría evidenciar un distanciamiento en entre el matrimonio Urdangarín-Borbón.

Tu a Ginebra y yo a Barcelona. El Duque se queda en la ciudad condal ante los problemas que tiene con la justicia y su "vía crucis" particular, el caso Nóos. Por cierto que el juez instructor del caso, José Castro, ha decidido volver a investigar a la Infanta para así conocer si la remodelación del Palacio de Pedralbes se pagó con dinero irregular.

Aunque esta separación puede vislumbrarse un posible cese temporal de la convivencia, ya que la Duquesa se marcha con sus hijos, nada más lejos de la realidad, al menos en lo que al período vacacional se refiere. Menorca ha sido su última escapada en la que se les ha podido fotografiar relajados y sonrientes.

El capítulo Casa Real da para mucho, cuando no son las cacerías del Rey, algún miembro pone la nota discordante. La cercanía o lejanía de Letizia, sus viajes privados o la poca presencia que están teniendo este año en la isla balear están dando mucho que hablar.

La supuesta representación que tienen que hacer de Mallorca, ante la cesión del Palacio de Marivent y por el que el Govern tiene aportar 1,7 millones de euros, y el poco tiempo que pasan en la isla hace que corran ríos de tinta.