La Comisión Europea está investigando 291 sustancias cancerígenas con vistas a prohibirlas. Sustancias que están presentes en toallas, trajes de baño, alfombras o ropa de cama.Los pigmentos que dan color a la ropa son los culpables. Cuando la Unión Europea haga público este informe y decida prohibir algunos de estos pigmentos también se desatará una alarma social como ocurrió con la carne?¿Bajarán las ventas en algunas de las cadenas textiles más importantes del país? Está claro que una recomendación más comunicada puede desatar el pánico tal y como ya ocurrió. Una recomendación, un consumo responsable hacia una vida más sana y longeva.
Algunos dirán si ya no podemos comer carne ni vestirnos, ¿Qué nos queda? A nadie le pillará por sorpresa está noticia, la mayoría de los tejidos que día a día cubren nuestra piel desconocemos cómo se han teñido y algunos de los materiales utilizados en su fabricación. Algunas de estas sustancias pueden provocar problemas en el desarrollo e incluso de fertilidad.
ONGs ambientalistas como Greenpeace llevan años poniendo el foco de atención en la industria del textil y el calzado, ya que una exposición prolongada de algunos de estas sustancias pueden llegar a tener consecuencias en nuestra salud. Según los expertos siempre habrá una transferencia. El día en el que la Comisión Europea decida hacer público este informe ya nada volverá a ser lo mismo. Muchos harán oídos sordos y seguirán comprando como hasta ese momento, pero muchos otros cambiarán sus hábitos de consumo.
