
Poco a poco la cadena ha conseguido volver a la normalidad tras semanas de explicaciones poco convincentes y de incertidumbre y miedo de que volviese a suceder un caso como "La Noria" por el boicot y apagón que algunos espectadores pedían a los anunciantes de Sálvame. -Las malas noticias han seguido esta semana con la CNMC que decidía abrir un expediente sancionador a '¡Qué tiempo tan feliz!' por publicidad encubierta-. Anoche todo cambió con la expulsión de Ylenia Padilla, la ex concursante de Gandia Shore se convirtió en la séptima expulsada del reality más famoso de la televisión, su salida amansó a los más críticos con el reality y por segunda vez volvió a tener en el disparadero a Belén Esteban. La colaboradora de Telecinco una vez más tuvo que escuchar los abucheos de gran parte de sus detractores. Pero si por algo se recordará la gala de este jueves será por la lección de prepotencia, mala educación,barriobajerismo y soberbia que dio la de Benidorm. Nadie consiguió ponerla en su lugar ante el espectáculo incalificable que ofreció. Una derrota no encajada porque ella "se veía en la final". Sobran las palabras.
Impotencia ver que esto solo ha sido el principio, a la rubia se la van a abrir las puertas del mundo televisivo y ¿Por qué? ¿Qué cualidades tiene? Sin necesidad de prepararse, su carrera no ha hecho nada más que empezar. Vergüenza, tristeza e impotencia al ver que sin ningún tipo de esfuerzo y cualificación los platós de televisión van a ser su segunda casa.