El bien más preciado, la vida

Cuando el bien más preciado es la vida, poco importa lo demás. El dinero, el trabajo o los pequeños problemas diarios, todo pasa a segundo plano. Esto lo que les sucede cada día a los cientos de periodistas secuestrados en los países árabes. En Siria, según datos oficiales, más de 30 periodistas continúan privados de su libertad. Más los que no han salido a la luz pública,en muchas ocasiones se tiene constancia meses después.

Mejor suerte han corrido estos últimos días el periodista de El Mundo, Javier Espinosa, el freelance , Ricardo García Vilanova (liberados antes de ayer) Marc Marginedas perteneciente a El Periódico( liberado el mes pasado).Por cierto, el freelance perdió su equipo profesional en su cautiverio. Por ello Nick Paton, corresponsal de la CNN en Oriente Próximo ha puesto en marcha una campaña para recaudar dinero

Seis meses de angustia en los que solo ellos saben lo que han pasado y lo que han vivido. Días inimaginables para sus familias y sus allegados. Sin perder la esperanza y viendo que cada día corría en su contra. Afortunadamente todo ha tenido un final feliz y estos tres profesionales ya se encuentran sanos y salvos en sus hogares con su mejor medicina, su familia. Durante un tiempo permanecerán alejados de su pasión, pero tarde o temprano volverán para vivir y contar de primero mano los conflictos, las guerras. Todo aquello que la sociedad ve lejano, sin en cambio, ellos lo viven en primera persona desde el lugar donde sucede.

¿Pero qué hay detrás de estos conflicto? Intereses económicos de quienes les apoyan principalmente. Régimes dictatoriales que vivían en una relativa "paz" y tras abandonar los dirigentes el poder por la fuerza- al igual que Iraq y Libia- pasan a un tipo de gobierno en el que se suceden los enfrentamientos entre los opositores y el régimen imperante.Con los consiguientes daños ocasionados en la población civil, pérdidas de vidas humanas.

En ocasiones no valoramos lo que hay detrás de esa información, arriesgar su propia vida para contar al resto del mundo lo que está pasando. Nada bien remunerado si se tiene en cuenta todo lo que arriesgan y lo que es peor. ¿Que hacer cuando un tema deja de interesar? Como decía el periodista Mikel Ayestarán: "Siria ya no interesa en los medios, pero el conflicto sigue". Buscarte la vida como un nómada porque los periodistas de guerra están hechos de otra pasta, se reponen a las peores adversidades y siguen hacia adelante como si nada hubiera pasado. Eso son los verdaderos periodistas, y los que se merecen el mayor reconocimiento.