25 y no me encuentro

Este podría ser el título de cualquier libro. 25 y no me encuentro. Tras finalizar la carrera y dejar la universidad- los exámenes, trabajos, el estrés, las noches en vela, las fiestas y los amigos esos que se convirtieron en tu familia,- pasabas más tiempo con ellos que en tu propia casa-, tienes que enfrentarte a una cruda realidad. El mundo real ¿Y ahora qué? ¿Qué hago con mi vida? 

Esperas a que llegue tu oportunidad u optas por cualquier trabajo para subsistir. Si te decides por lo primero, todo el mundo te dirá: ¿Y por qué no haces un máster? Como si fuese tan fácil. ¿Acaso son gratis? Los másters no son gratis.

Estudiar en España, sino recibes becas, no es precisamente barato. Y mientras te decides, lo años pasan y con suerte vas encadenando trabajos con los que no soñabas ni que te hacen feliz, mientras imaginas el día en el que te levantas y vayas a trabajar de lo tuyo, de aquello que realmente te apasiona, aquellos en lo que invertiste dinero y tiempo, años que no volverán.  Ahora es cuando piensas "benditos, maravillosos, años". 

Y siguiendo con la batería de propuestas interminables   que te harán tus amigos, familiares y cualquiera que se crea con el derecho de opinar, llega la opción b. El recurrente "¿Y por qué no te vas fuera?" Depende de como se mire, es más económico que un máster. Todo se reduce a si vas a la aventura y tienes suerte o decides ir con un trabajo.  

Todo el mundo opina de tu vida, mientras tu mente día si día también echa humo pensando en su futuro, en desarrollar su carrera y no ser un mueble y quedarse obsoleto. Por el momento solo te queda pensar que todo mejorará, ser positivo.Tú no eres un bicho raro, la mayoría de tus allegados se encuentran en la misma situación. La crisis ha golpeado con fuerza los sueños de miles de jóvenes- España cuenta con la segunda tasa de paro más alta de la U.E, nos supera Grecia- Echas la culpa a la maldita crisis  e intentas volver a empezar, a soñar, porque dicen que siempre hay segundas oportunidades, o eso dicen... Juventud, divino tesoro.