Hay amores de todo tipo. Los que nunca se necesitaron hasta que se conocieron, los que buscaron a su media naranja toda una vida y no la encontraron. Aquellos que cada día estaban más enamorados y los que murieron juntos y enamorados.
Nadie sabe lo que es el amor hasta que lo siente, y si nunca lo has vivido en alguna faceta de la vida, ignoras una de la parte más importante del ciclo vital.
No hay nada más entrañable y enternecedor que vivir toda tu vida al lado de otra persona y morir juntos. Esto es lo que les ha ocurrido a un matrimonio ruso, se conocieron al finalizar la Segunda Guerra Mundial y se casaron, tras más de medio siglo juntos, concretamente 66 años sin separarse, su historia de amor terminó el pasado 11 de agosto a causa del fallecimiento del marido.
La esposa murió a las 11 horas, sus hijos lo achacaron a la pena, toda tu vida al lado de una persona y de repente cuando más lo necesitas se va. Y es que sí, hay gente que se muere de pena porque no puede soportar no estar con su otra mitad, con quién te ha acompañado toda tu vida.
Una prueba de amor que confirma que éste existe. Ni un viaje a París, ni un anillo de millones de euros o una cuenta cuenta con innumerables ceros. Nada material es necesario cuando los sentimientos existen. No hace falta endulzar con algodón lo que está predeterminado que suceda.
El romanticismo en estado puro, sin idealismos. Dos personas que se conocieron en una época muy complicada, la Segunda Guerra Mundial, y supieron superar todo tipo de adversidades y contratiempos juntos.
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