Silvia Cantera, estudiante en Erasmus
De San Mamés a Utrecht
Es tenaz, trabajadora y estudiosa, con un afán de superación que muchos querrían para sí. A la hora de expresar sus sentimientos, sus amigas dicen que le cuesta, que no los expresa fácilmente. Por eso, en febrero las sorprendió con una emotiva carta de despedida, con la que ella también lloró. Se marchaba un cuatrimestre de Erasmus a Holanda.
Silvia Cantera tiene cinco pasiones: el periodismo, el deporte, la música, los viajes y la lasaña de su madre. “Siempre lo supe, me imaginaba tras la pantalla del televisor retransmitiendo partidos de fútbol y carreras de motos”. Cada verano espera impaciente la llegada de los festivales de música como el Arenal Sound y el BBK Live.
Su madre, Montse, dice que antes era tímida. “Cambió con los viajes”. “Cuando estás lejos, entiendes que la vergüenza no sirve”, asegura ella. Pasar temporadas con desconocidos le ha hecho madurar y aprender a valerse sola, y sus mejores experiencias han empezado en un aeropuerto o en una estación de tren. “En esas situaciones, la gente a la que conoces de horas se convierte en inseparable”. María del Castillo, amiga de la Universidad, dice que la encanta viajar.
Es tenaz, trabajadora y estudiosa, con un afán de superación que muchos querrían para sí. A la hora de expresar sus sentimientos, sus amigas dicen que le cuesta, que no los expresa fácilmente. Por eso, en febrero las sorprendió con una emotiva carta de despedida, con la que ella también lloró. Se marchaba un cuatrimestre de Erasmus a Holanda.
Silvia Cantera tiene cinco pasiones: el periodismo, el deporte, la música, los viajes y la lasaña de su madre. “Siempre lo supe, me imaginaba tras la pantalla del televisor retransmitiendo partidos de fútbol y carreras de motos”. Cada verano espera impaciente la llegada de los festivales de música como el Arenal Sound y el BBK Live.
Su madre, Montse, dice que antes era tímida. “Cambió con los viajes”. “Cuando estás lejos, entiendes que la vergüenza no sirve”, asegura ella. Pasar temporadas con desconocidos le ha hecho madurar y aprender a valerse sola, y sus mejores experiencias han empezado en un aeropuerto o en una estación de tren. “En esas situaciones, la gente a la que conoces de horas se convierte en inseparable”. María del Castillo, amiga de la Universidad, dice que la encanta viajar.
Esta bilbaína de 22 años quiso ser periodista desde los doce, su referente es Cristina Villanueva. Las pocas expectativas de futuro no la frenaron, e hizo caso a una frase que escuchó en el colegio: “Si quieres algo, tienes que ir a por ello y no esperar a que te pregunten”. Ella decidió seguir. Ahora, colabora en la web del Athletic, donde escribe una crónica semanal sobre el equipo femenino de fútbol.
La pasión por el deporte se la inculcó su padre”. No olvida la primera vez que fue a San Mamés. Era muy pequeña y estar allí le entusiasmaba. Ganaron. “Escuché cómo 40.000 gargantas animaban a Guerrero al grito de ¡Julen, Julen!”, recuerda Silvia. El derribo del campo la entristece, pero para ella lo que hace grande a San Mamés, es la gente que anima allí a su equipo.
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