"Alaska y Mario"

El reality de la MVT ha resultado todo un filón de audiencia, y de paso convertir a sus protagonistas en dos ídolos de masas.
Alaska y Mario, Mario y Alaska dos personajes hechos a su imagen y semejanza. Ella todo un icono de la movida madrileña, transgresora, estrambótica y con una gran sabiduría. Él, el más desconocido para el gran público, hasta ahora, bajo una imagen de "torpe" y gracioso ha conseguido ser más aclamado y reclamado que su propia mujer.
"Alaska y Mario" se sitúa con una cuota de pantalla de 1,5 o 2% de share, llevando a la cadena máximos.

Este reality muestra la vida cotidiana de sus protagonistas, el día a día, las giras, las fiestas con sus amigos, la boda de Alaska y Mario, su luna de miel.
En esta tercera temporada se ha perdido la frescura y naturalidad del principio, ya se sabe lo que vende y es un motivo recurrente. Mas que mostrarse tal y como son parece más una autopromoción o una publicidad gratuita a sus amigos. Lo que al principio hacía gracia ahora dudas si será verdadero o no. Pero de lo que no hay duda de que este reality ha venido como anillo al dedo a Vaquerizo y a Alaska.

Mario ha resultado todo un animal televisivo, con un gran potencial, divertido, ameno y que gracias a sus ocurrencias te hace pasar un buen rato. Se le conocía por ser el representante de artistas, entre ellos, su mujer o la actriz Elsa Pataky, antes de irse a Hollywood y tener un grupo de música.
Pero en este tiempo, Vaquerizo ha publicado un libro, no en vano es periodista, colabora o aparece esporádicamente en diversos programas de televisión.
Mientras Olvido mantiene ese punto de cordura, experiencia y sabiduría. Ambos forman un tandem perfecto.

No hay mejor cosa para autopromocionarse y de paso engrosar la cuenta corriente que hacerse unos cuántos platós de televisión, y en este el matrimonio es un auténtico lince.
Saben donde y cuando acudir, pero sobretodo, elegir los programas o cadenas más blancos. Eso sí, a la hora se sacar un disco o promocionar un libro, no importa la cadena, ellos hacen gala de una educación exquisita y saben perfectamente como quedar bien con todo el mundo y con elegancia.
Ambos gustan, son queridos y lo saben.